sábado, 6 de noviembre de 2010

Ejercicio poético uno —a cuatro manos—


(Es más, puede llamarse así: «texto sin género»/ o transgenérico/ un texto con bótox, silicón, tacones y un largo y fláccido falo amarrado entre las nalgas/ jajajajajaja…)

El agua hierve, desde temprano está puesta en la cocina/ No hay una sola luciérnaga alrededor/ millones de burbujas estallan una tras otra/ la casa está iluminada, las ventanas abiertas, corre la brisa/ pero no hay una sola luciérnaga a mi alrededor/ el humo se cuela por todo el espacio, el olor a ramas esperando ser bebidas comienza a penetrarlo todo/ me joden los días así: tibios, replegados y prosaicos, exageradamente prosaicos/ un sorbo nada más y toda la angustia que regurgita allá dentro se detendrá/ pareciera que hasta la mierda se pudiera masticar, la mierda entre los dientes, la mierda pastosa pegada al paladar/ un sorbo después de horas y horas sobre una llama de insistente azul/ Todos están aquí, alguien entra y sale vigilante de esta conversación/ otros intentan ahogarse en medio de un sueño frenético ansiado todo el día/ Los libros también tienen polvo, esa capa que nos cubre de tiempo/ No me gustan los días así, donde pareciera que todo cabe, donde pareciera que nada sobra/ hierve, y el calor se concentra, el olor se hace fuerte, la llama quema y sigo esperando el sorbo de vida de un montón de hojas secas/ [Los días interminables en la casa sin luciérnagas]/ Llueve, llueve más adentro que afuera/ una sola: una luciérnaga que ponga una coma, un punto y aparte en la rutina, que divida abruptamente una sentencia gris, plana, repetida hasta la saciedad/ las luciérnagas se esconden con la lluvia, las mariposas buscan refugio en los bombillos viejos, de la casa vieja/ no hay puntos y aparte, la continuidad nos sobrepasa/ Huele la vida seca de las hojas/ Hay piedras que parecen luciérnagas/ huele a la muerte lentísima de mi cansancio/ se las ve entre los ríos, con un encendido resplandor en el lomo jugando al obstáculo, a la detención/ es imposible que sigas viendo el mundo sin salir siquiera a la ventana/ ¿beberás también?

Vanessa Márquez/ Fabián Coelho
Mérida/ San Antonio de Los Altos

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