Desde las paredes la insolación
saca su cuenta mientras con
su lengua
madrugada
la platabanda cruje
un hombre desnudo espera mi abrazo
lleno de odio
que lo expulse sin
dar vuelta a la llave
creo es fiebre de lo que padece
Me gusta mi cuerpo
escrito con c de insolación
bajo techo con el ánimo no tan lluvioso
Muerde la campechana si se le
molesta sobre todo cuando se tienen
cuatro años
se nos abre una brasa
diminuta
las ratas y los libros son del mismo bando
No hay que vaciarse
los temores
esa vaina no es combustible
la caldera está encendida
¿lo notaron?
también se escribe con c de insolación
los testículos se sancochan
el hedor corre por los pasillos
busca refugio en los labios
y el aire se vuelve salitre de poros
Sobre los muebles de mimbre
se derriten los nombres de quienes nos visitan
Coordenadas del fuego
vereda siete sector uno número diecinueve
hay que hacerse un vestido con los pelos del perro
Una mañana es cóncava
Los pies de la c hacia arriba
recibe con agrado lo que traemos
encorvado su lomo la c no recibe nada
quema eso sí siempre quema
hogar del verano
abriéndome surcos en las yemas de los dedos
tantos años escarbando su costra
la casa
Eric Urriola
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